Somos familia
Creemos en la renovación de nuestros seres y el crecimiento en la vida
De niña jugaba con mis muñecas, pero prefería mi colección de caballitos, soñaba con caballos y mi sueño se hizo realidad a los 12 años con mi primer caballo el «Comanche», desde entonces los caballos han sido parte importante en mi vida.
Ellos me han llevado a experiencias profundas, me ayudaron a salir adelante de una depresión aguda, luego llegó Dakota a mi vida y fue entonces cuando de mi corazón nació ayudar a otras personas a través de todo lo que yo había recibido de los caballos.
Con un veliz lleno de ilusiones me fuí a capacitar en Equinoterapia y Neurodesarrollo en A.M.E.T. (Asoc. Mexicana de Equitación Terapeútica) y al mismo tiempo inicié mi labor como tanatóloga en diversas instituciones públicas y privadas; pude darme cuenta de los beneficios que emocionalmente aportaba el contacto con los caballos no solo a nivel de rehabilitación física y seguí capacitándome en diversos cursos: EGALA (Equine Assisted growth and learning Association); AMECAC (Asoc. Mexicana de Coaching Asistido con Caballos); y Revelaciones Equinas.
Lo anterior dio paso a iniciar Espíritu Equino y caminar por el Sendero del Caballo, invitando a todo aquel que quiera abrir su corazón a vivir esta maravillosa experiencia que marca la vida en un antes y un después del toque al Alma de los caballos, y a vernos a nosotros mismos en la mirada de un caballo.
Inicio dando gracias a Dios, por su presencia infinitamente amorosa en todo y en todos.
Mi gusto por los caballos comenzó durante unas vacaciones en un rancho en donde familiares y yo cabalgamos diariamente por varias semanas. Formamos un grupo de 8 personas y desde la mañana hasta en la tarde recorrimos lugares, unas veces caminando y otras galopando, descubriendo la fuerza, inteligencia, bellleza y nobleza de estos animales, generando asi, un ambiente de confianza y armonía entre ellos y nosotros.
Pasó el tiempo, mas no mi deseo de retomar un acercamiento con los caballos, y en este deseo fue como se presentó la oportunidad de tomar el curso Aprendizaje asistido con Equinos, de la empresa Revelaciones Equinas, y al término de éste, continuar asistiendo a diferentes Clínicas impartidas por reconocidos maestros; y seguimos en el camino.
En este trayecto, he aprendido a observarlos y conocer su lenguaje, individual y en manada. En lo personal, interactuando con ellos, he aprendido a reconocerme a mi misma y a los demás, en las circunstancias por las que atravieso, desde lo simple, hasta lo complejo.
Disfruto mucho tan solo caminar con los caballos, acariciarlos, hablarles, pasearlos, cepillarlos, bañarlos, darles de comer… una grata y saludable compañía que, con mucha gratitud, lo recibo de Dios.